Entre reclamos y revelaciones

INDICADOR Del PUERTO  

Por René Chávez  

** Entre exigencias y revelaciones.

Lázaro Cárdenas, Mich., junio 23, 2022.-  Aparte de la puntual, reiterada y central exigencia de ampliar la “autopista” Siglo XXI a cuatro carriles, ¿qué otras acciones urgentes le demandaron los dirigentes del sector del autotransporte de Lázaro Cárdenas al director de Autopistas de Pinfra-Autopistas Michoacán? Fueron éstas numerosas, pero aquí apuntaremos solo algunas de ellas, quizá las que nos parecieron más prioritarias desde el práctico punto de vista de Conatram, ATLAC y el sector empresarial local.

Deseamos hacer este recuento, porque interesa no dejar de lado, informativamente hablando, este objetivo  central de la mesa de trabajo del pasado martes entre éstos y otros actores clave, como la Sedeco estatal, la SCT, la Fiscalía Regional y la Mesa de Seguridad y Justicia de Lázaro Cárdenas, por ejemplo.

El sector del autotransporte de carga en Lázaro Cárdenas, que opera unas mil 500 unidades, genera unos cuatro mil empleos directos y mueve actualmente el 80 por ciento de la carga portuaria (parque vehicular al que se suman alrededor de 300 unidades foráneas, para una circulación diaria por la autopista de más o menos mil unidades) demanda, ya con nivel de exigencia y hasta desesperación:  retornos estratégicos, uno de los cuales se ubicaría en El Naranjito; ampliar los carriles que van a Zihuatanejo en la caseta de peaje de Feliciano; quitar topes en casetas en toda la ruta hasta Morelia; aumentar personal en todas las casetas de peaje a toda hora, para evitar cerrar cabinas y generar saturación; ampliar suficientemente los paraderos en casetas, particularmente las que registran mayor tráfico; mejorar sustancialmente la capacidad e higiene de los servicios sanitarios en casetas; mejorar tiempos y calidad de materiales en los programas de bacheo; incrementar visibilidad y anticipación de señalamientos; dejar de cobrar peaje a unidades oficiales y de emergencia (se asegura que incluso cobran peaje hasta a los bomberos); aumentar servicios de supervisión, emergencia y rescate, y apresurar trabajos en socavón aledaño a la presa, así como aumentar las medidas de seguridad en este tramo particular.

Entre las demandas del sector del autotransporte de carga local se encuentran otras que no necesariamente corresponden solo al concesionario de la autopista sino a dependencias federales de gobierno, como es el caso de eliminar la “zona del silencio”, es decir donde no existe señal para celulares, y se instale a la mayor brevedad la infraestructura en comunicaciones para convertir a la “autopista” en una vialidad segura, además, que continúe los esquemas de seguridad en toda la carretera, no solo para unidades de transporte de carga, de pasajeros, de mercancías y de conductores y viajeros en general. 

Y que exista una supervisión efectiva de las autoridades sobre el cumplimiento de las obligaciones que tiene el concesionario con los usuarios de la “autopista”, es decir, que sienta la presión para cumplir sus responsabilidades.

Los transportistas consideran que si hay atención inmediata y adecuada a estas exigencias, los tiempos de traslado de las cargas se reducirían sin aumentar los riesgos en la vialidad, sin que esto quiera decir que se renuncia a la demanda central de ampliación a cuatro carriles de esta carretera que para todos, se dijo, resulta efectiva y peligrosamente saturada.

Y bueno, como es fácil apreciarlo, el tema de la ampliación de la vialidad a cuatro carriles permanecerá latente como exigencia no solo del autotransporte sino también de otros sectores y de la sociedad usuaria de la misma, así como de un atractivo mercado actual y potencial que requiere de esta vía como un elemento indispensable para existir. 

Y aquí es donde queremos insistir en que la referida reunión del martes resultó no solo un escenario de reclamos, sino una reveladora cuanto valiosa ocasión, porque en ella se habló de algo desconocido hasta ese momento: la existencia de lo que llamaríamos, como se calificó ahí, un tema “out of the box", donde cuatro actores principalísimos estarían intentando, al margen de la concesión actual, el encuentro con un fórmula que permitiera anticipar en el tiempo, con mucho, la ampliación de toda, o quizá de la parte más crítica, de la autopista.  Si ese hasta ahora reservado empeño resulta, no puedo imaginar ahora el enorme salto que daría el Puerto de Lázaro Cárdenas en el escenario mundial y particularmente en el T-MEC.

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