Lázaro Cárdenas como ventaja competitiva de su puerto

Por René Chávez

Lázaro Cárdenas, Mich., septiembre 6.-  No ha habido gobernador de Michoacán, ni electo ni en funciones, que no se haya propuesto incluir seriamente en su agenda todas las gestiones y acciones a su alcance para contribuir a reforzar el posicionamiento del Puerto de Lázaro Cárdenas como entidad estratégica para el desarrollo social y económico de la región y particularmente  de las comunidades de su entorno con Lázaro Cárdenas a la cabeza.

Pero muy pronto la realidad les ha demostrado que no ha sido fácil aproximarse siquiera a sus intenciones originales.  Y no tanto porque no lo hayan deseado, sino porque la dinámica del puerto local obedece a objetivos más de política federal, de visión integral, de tratados comerciales internacionales y de tendencias del sector a nivel mundial.   

Hay suficientes experiencias para considerar que Lázaro Cárdenas sigue como un  enclave federal, donde la participación del gobierno del estado es limitada, por no decir marginal, tratándose de las decisiones que se encuentran en la esfera del Ejecutivo y el Legislativo federales cuando corresponden a la infraestructura del Estado mexicano aquí existente y en la mesa de los consejos de administración cuando se trata de empresas de la iniciativa privada que operan en esta zona.

La posibilidad de participación real del gobierno del estado de Michoacán en el destino de Lázaro Cárdenas sigue siendo la de convencer, a quien haya que convencer dentro de quienes toman las decisiones políticas y económicas referidas a esta estratégica zona,  que Lázaro Cárdenas como ciudad, como población y como municipio puede convertirse en la ventaja competitiva que le hace falta al clúster portuario e industrial para amacizarse como uno de los sitios de mayor atractivo para los negocios de todo el Pacífico mexicano.

¿Lázaro Cárdenas como ventaja competitiva?  Sí, si ofrece la siguiente infraestructura:  negocios de servicio para el puerto y la industria,  de salud moderna y suficiente, educativa de nivel superior, de satisfactores capaces de transformar su calidad de vida,  y de seguridad pública y servicios sociales de primera.  Si es capaz de crear y ofertar todo este soporte de vida productiva,  Lázaro Cárdenas se habrá convertido en esa ventaja para el puerto y la industria, y no en el lugar donde hay que contrarrestar desventajas.

Esta es, creemos, la oportunidad que tienen el gobierno del estado, en primerísimo lugar, el gobierno local y la sociedad organizada cardenense para trabajar conjuntamente en planes y proyectos de desarrollo para la costa, donde hace falta prácticamente todo.  Y sí, se da por descontado que todo esto requiere del apoyo de una inversión federal extraordinaria, que solo puede provenir de una voluntad política del más alto nivel, de un Legislativo federal convencido y dispuesto a modificar leyes que permitan al municipio de Lázaro Cárdenas participar de los beneficios económicos de la actividad portuaria e industrial.

Así que el diseño y la presentación ejecutiva de atractivos y viables proyectos sociales y de negocio que se orienten a crear la fortaleza de Lázaro Cárdenas como ventaja competitiva del puerto  es el primer paso para emprender la alta y prioritaria gestión  de convencer al gobierno mexicano para lograr su respuesta política, legislativa y económica. 

Los primeros resultados de una acometida de este nivel estimularían de inmediato inversiones en este  nuevo terreno de negocios, porque las potencialidades de crecimiento del puerto lo permiten, a condición de que esta terminal marítima internacional también esté convencida que debe sumar a la Ciudad de Lázaro Cárdenas como una ventajas competitiva indispensable, aunque tanto administradores como usuarios y clientes del puerto ya lo saben y les conviene, porque es el mundo portuario en que compiten, solo que es a la parte gubernamental a la que le corresponde aportar la mayor dosis de infraestructura  social.  

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