Efectos del colapso en la Autopista Siglo XXI

Por René Chávez

Lázaro Cárdenas, Mich., mayo 29.-  Información de Autopistas de Michoacán, el concesionario que opera la Autopista Siglo XXI, que corre de Lázaro Cárdenas a la Ciudad de Morelia, indica que durante el transcurso del viernes 28 de este mes de mayo se registro “un asentamiento importante de los carriles de la Autopista Michoacán, afectados por un agrietamiento provocado por causas ajenas a la misma y detectado en días previos en un recorrido de revisión de rutina.”

Solo que al apreciar videos y fotografías de lo ocurrido en el transcurso de la tarde y noche del viernes 28 en ese tramo carretero se queda uno con la impresión de que “eso” fue más que un “asentamiento”.  No somos expertos y respetamos el término empleado por le concesionario de la autopista, pero sí creemos que ese derrumbe debe ser materia de una investigación mayor, quizá geológica.  Conocer a ciencia cierta por qué se dio esa falla natural y qué relación podría haber con la condición michoacana de región sísmica.

Ahora creemos que rehabilitar ese tramo carretero para devolverlo a la circulación no será tan breve como los 15 días aproximados que fueron estimados inicialmente; quizá sea un plazo bastante mayor, lo que tendrá algunas serias implicaciones para Lázaro Cárdenas que nos gustaría comentar:

De entrada, uno de los principales afectados será el Puerto de Lázaro Cárdenas. El desalojo de la carga contenerizada del puerto por carretera es de alrededor del 60 por ciento y el resto por tren, y como ya se ha pedido al Puerto que suspenda el traslado de mercancías en vehículos de doble remolque del tipo T3-S2-R4, el volumen de desalojo será menor.  Además está el factor tiempo, pues un vehículo con carga desde y hacia el Puerto tardará ahora mucho más tiempo en efectuar el recorrido de Uruapan a Lázaro Cárdenas.

Una de las grandes ventajas competitivas del Puerto de Lázaro Cárdenas es justamente su rapidez en el movimiento de grandes volúmenes de carga y su estratégica conectividad con los centros de consumo; ventaja que indudablemente se verá impactada negativamente en una proporción que seguramente la Administración Portuaria Integral de la localidad dará a conocer una vez diseñada la logística que corresponde a esta emergencia.

Otro de los grandes afectados serán los viajeros tanto de salida como de entrada a Lázaro Cárdenas, porque transitar ya sea en transporte público como en vehículos particulares incrementará el grado de riesgo en los tramos considerados como vías alternas, particularmente la carretera libre de Lázaro Cárdenas a Uruapan, vía Arteaga.  Antes de la existencia de la Autopista Siglo XXI la antigua carretera Lázaro Cárdenas-Arteaga-Uruapan-Morelia era relativamente más segura porque había notoriamente mucho menor tránsito de transporte de carga; hoy es todo lo contrario y la saturación es un factor que no debe dejar de considerarse.  Los transportistas, por su parte, han pedido el apoyo de las policías para la seguridad de sus operadores y las cargas, al considerar que la zona de tránsito es hoy más vulnerable frente a la delincuencia.

Es una realidad que Lázaro Cárdenas es una zona cara de origen, porque siempre se pretextó que como se trataba de un lugar distante y de difícil acceso, los precios de los productos se encarecían por el alto costo de los fletes, y como había un cuantioso circulante de dinero y poco control de la Procuraduría Federa del Consumidor, la práctica de los sobre precios se hizo costumbre y ley no escrita.  Esta coyuntura del corte de la Autopista Siglo XXI puede, eventualmente, volver a disparar esta cuestionable argumentación y habría encarecimiento de productos y quizá algo de desabasto.

Es muy probable, también, que el traslado de pacientes del IMSS a citas de especialidades médicas en Uruapan o Morelia pudiera verse reducido por la modificación de los tiempos de traslado hasta esos lugares. ¿Quién sabe?  Lo cierto es que Lázaro Cárdenas se volvió demasiado dependiente (además no le quedaba de otra) de la Autopista Siglo XXI. Tan es así que los últimos años se la ha pasado demandando, sin éxito, la ampliación de la vía carretera por el notorio aumento de su aforo vehicular, principalmente de unidades de carga.

Falta saber qué hará la SCT Michoacán, la concesionaria Autopistas de Michoacán y todas las demás entidades relacionadas para diseñar vías alternas seguras en tanto la Autopista Siglo XXI regresa a la normalidad.  En un comunicado del Centro SCT Michoacán emitido el pasado 27 de mayo, se informó que ese día se habían iniciado los trabajos de construcción de un camino de desvío del lado derecho de la Autopista Pátzcuaro – Lázaro Cárdenas, para dar paso provisional a todo tipo de vehículos. Pero hasta ahí. 

Lo que debe reconocerse es la atinada y oportuna decisión de autoridades y concesionario de cerrar el paso a los usuarios de la autopista  con la anticipación debida, gracias a lo cual no se han registrado lesionados ni pérdida de vidas humanas desde que inició este sorpresivo episodio en la carretera. 

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