miércoles, 26 de mayo de 2021

Columna de INDICADOR del PUERTO



Por René Chávez

EL RADICALISMO QUE SE FUE DE LÁZARO CÁRDENAS

Lázaro Cárdenas, Mich., mayo 27.-  Durante sus primeros como ciudad emergente Lázaro Cárdenas fue noticia nacional frecuente por la singularidad de su despegue como capital del acero y poco después por su condición de clúster industrial y portuario, pero también por haberse ganado el calificativo de radical debido a  constantes y sonadas  protestas sindicales y demandas sociales.  Los conflictos laborales en las nacientes empresas locales no eran poca cosa y su desarrollo era  bien aprovechado por intereses que no deseaban que el proyecto de Las Truchas fuese visto como un caso de éxito.

Los conflictos no solo se registraban en el ámbito industrial, también ocurrían en otros sectores, como el pesquero y tenían todavía un efecto negativo mayor en la confianza de usuarios y potenciales nuevos clientes del Puerto de Lázaro Cárdenas, como lo demuestra el bloqueo al muelle de Fertinal impuesto por pescadores en marzo de 2010, para protestar en contra de la que consideraban constante contaminación de la empresa.

Es curioso, pero este movimiento que no era un dechado de estrategia marítima, sino que se concretaba a la sola presencia de decenas de pequeñas embarcaciones de pescadores frente a un barco atracado en el muelle de la empresa, llamó poderosamente la atención pública nacional y la del sector del comercio marítimo a nivel internacional, porque, como citamos antes, fue valiosa información para los competidores de Lázaro Cárdenas.

Desde las seis horas de aquel día de marzo de hace ya once años,  el muelle portuario de Sadcom de Occidente, del Grupo Fertinal,  unos cien pescadores a bordo de unas 40 embarcaciones se concentraron en torno al  navío Jo Spruce, de bandera noruega, atracado en el muelle de la empresa, para descargar poco más de 19 mil toneladas de ácido sulfúrico, y declararon un bloqueo indefinido a esas instalaciones, al argumentar que a pesar de las reiteradas denuncias de contaminación al mar provenientes de esa empresa no había existido una respuesta concreta.

La Administración Portuaria Integral (API) de la localidad dijo entonces que de escalarse el movimiento entraría en acción el Código Internacional de Protección a Instalaciones Portuarias (CPBIP), que amerita la intervención de las autoridades porque los pescadores habían invadido un área prohibida, según dijo Rubén Medina González, el director general de la API.

Desde el primer momento se estableció una reunión de análisis de la crisis entre la Décima Zona Naval de la Armada de México y la Capitanía de Puerto, pero la API no había recibido oficialmente la demanda de los pescadores, para conocer exactamente el contenido de su reclamo, aunque la empresa o los propietarios del navío podían eventualmente presentar denuncias por afectación.

Así que ya se podrá usted imaginar el revuelo informativo de este acontecimiento que venía a abonar a la pésima fama de radicalismo que ya se le adjudicaba a Lázaro Cárdenas y que se constituía en una fuerte preocupación porque no estaba favoreciendo en nada la confianza de las inversiones en la zona.  Habrá que recordar que por aquellos años también se registraba el conflicto ejidal en al Isla de La Palma. 

Es ocioso ahora comentar si los conflictos laborales y de sectores sociales de Lázaro Cárdenas de esa época se consideraban  justificados o no, el caso es que progresivamente, digamos que en un sorpresivo muy corto tiempo, esa mala imagen desapareció y no hubo factores que la detonaran nuevamente para fortuna de Lázaro Cárdenas, hasta recientemente con los bloqueos a las vías ferroviarias del tren Kansas City Southern de México por parte de un segmento disidente del magisterio centista.

El comentario viene a cuento por lo que ocurre actualmente con el bloqueo  a la empresa WP Constructora, S.A. de C.V., por parte de un grupo de sus trabajadores inconformes, que la empresa califica de injustificado.   En este caso e independientemente de a quien asista la razón, es importante que las autoridades correspondientes intervengan y den solución legal inmediata al problema, para evitar que este conflicto escale y dañe la eventualidad de proyectos e inversiones de ArcelorMittal en la zona, los empleos existentes y la eventualidad de creación de nuevas plazas laborales y la confianza para abrir nuevos negocios en Lázaro Cárdenas en momentos en que mantener la economía local solo depende de los cardenenses y de lo que aquí ya existe, porque no hay a la vista esperanzas de apoyo federal.  

Así que el atractivo de estabilidad laboral en Lázaro Cárdenas es uno de los pocos pero  valiosos factores de ventaja competitiva con que contamos y  que es necesario conservar.

-o0o-

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