Columna de Indicador del Puerto: La singularidad del municipio de Lázaro Cárdenas

Por René Chavez

Lázaro Cárdenas, Mich., mayo 6,- Este miércoles acudió a Lázaro Cárdenas Luisa María Calderón Hinojosa, coordinadora de México Libre, para mostrar su respaldo a Laura Carmona, la candidata del PRI y del PRD a la presidencia municipal de Lázaro Cárdenas, y en su breve discurso, atestiguado por el equipo de la candidata y por numerosos empresarios locales,  “Cocoa” tocó uno o dos  temas con igual brevedad, pero sí muy importantes.

Dijo, palabras más palabras menos, que la región del delta del Balsas, concretamente la zona de Lázaro Cárdenas, se quedó repentinamente sin ningún asidero para continuar desarrollando su gran potencial. Precisó que estuvo considerada como una eventual zona económica especial y luego nada.  Además, que la estratégica ruta ferroviaria del tren que mueve carga desde el puerto se convirtió en rehén de un conflicto que paralizó una buena parte de la economía. 

El mensaje de Luisa María Calderón fue, desde nuestra perspectiva, que hay que luchar por recuperar las oportunidades de inversión y de negocio que se quedaron paralizadas aquí, para reactivar la economía y el empleo.  

Nosotros ya habíamos comentado con anterioridad, creo que hasta reiteradamente, que el municipio de Lázaro Cárdenas no podrá salir de su rezago infraestructural y de servicios y de su ahora atasco económico, solo por el trabajo de un gobierno municipal, porque el reto que le impuso a esta zona su propio y prometedor destino es demasiado para un ayuntamiento, tanto en recursos como en tiempo.

Pero sí podría avanzarse sustancialmente si el gobierno municipal en turno es capaz de convocar  y convencer a los distintos sectores para iniciar una crucial gestión que lleve tanto a los legisladores locales como federales a insistir y lograr que fructifiquen iniciativas  para promover el desarrollo de infraestructura en ciudades portuarias que no cuentan con recursos económicos para crecer a la par de las demandas portuarias. 

Y es que parece que muy pocos han caído en la cuenta de que si Lázaro Cárdenas evoluciona y se moderniza para disponer de una infraestructura suficiente y de calidad en salud, transporte, vivienda, abasto, educación, recreación, etcétera, entonces en automático se convertirá en la ventaja competitiva que le hace falta al Puerto de Lázaro Cárdenas en materia de una comunidad aliada. 

Solo que en el presente las cosas parecen operar en sentido contrario. Pongamos por caso el tema del Fondo Minero, que estaba destinado a entregarse  a poblaciones  con actividad minera para emplearse en obras públicas de beneficio para la comunidad, pero que fue dispuesto para entregarse al rubro de educación en cualquier parte donde se necesitara.   Decisión que llevó a estados y municipios a dar la batalla por los recursos del fondo minero, pero sin éxito.   Lázaro Cárdenas fue uno de los afectados.

Pero como el quid es que también los puertos, en este caso el local, registren una actividad creciente y una economía saludable para responder a la ciudad donde se asientan,  es necesario mantener un clima de atractivo para las grandes inversiones, un prestigio de éxito portuario, una competitividad a toda prueba en infraestructura, tecnología, eficiencia y medio ambiente social favorable, por decir lo menos, en cuyo escenario cuenta significativamente una atmósfera de eficaz gestión gubernamental municipal y de participación de todos los sectores sociales involucrados. 

Este es, creemos, el desafío.

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