¡Nada más nos quedamos viendo!

 

INDICADOR Del PUERTO

Por René Chávez 

*  ¡NADA MÁS NOS QUEDAMOS VIENDO!

Lázaro Cárdenas, Mich., agosto 7, 2022.-  Apenas conocido el anuncio presidencial de que la nueva autopista Colima-Guadalajara quedaría concluida para diciembre próximo, los demandantes michoacanos que abogan incansablemente por la ampliación de la autopista Siglo XXI se quedaron desolados, preguntándose a quién se habrían encomendado los estados de Colima y Guadalajara para ver inaugurada en unos cuatros meses más una vialidad que es esencial y verdaderamente estratégica para la logística del Puerto de Manzanillo y para la relación comercial que existe entre ambas entidades.

Así lo aprecia el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, quien lo sintetizó al anticipar que la vialidad tendrá un impacto muy favorable para la economía regional y para la relación con el Puerto de Manzanillo, en tanto que la gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno Silva, coincidió en apuntar que, en efecto, la carretera es fundamental para el desarrollo económico de Colima por su conectividad con el puerto, Guadalajara y el Bajío.

Y es que simplemente por razones de antigüedad y de interés comercial le correspondería una respuesta más inmediata al reclamo michoacano de ampliar la autopista Siglo XXI. 

Ahora que está tan en boga la presencia de Asociación Mexicana de Agentes Navieros, A. C. (AMANAC) con su 23 Congreso Intermodal 2022, que se conmemorará en octubre próximo en Ixtapa-Zihuatanejo,  conviene recordar que en el marco de la inauguración de la delegación de este organismo en Lázaro Cárdenas en junio de 2009, se estableció que para atender la dinámica de crecimiento del Puerto de Lázaro Cárdenas era necesario contar con infraestructuras adicionales que debían crecer a la par, “como el caso de la autopista Siglo XXI de Lázaro Cárdenas a Morelia, la cual a esas alturas ya era insuficiente y había sido superada por la demanda, según se afirmó en ese foro realizado en esta ciudad portuaria.

Como puede verse, ya en el 2009 actores principales del comercio marítimo consideraban que la autopista debía ser atendida.  Y no solo eso   el gobierno estatal del momento reconoció que su voz por si sola seria insuficiente para pedir su ampliación y era, a través de las distintas organizaciones,  como podía darse un eco para subir las necesidades de infraestructura del puerto a al agenda nacional y llegar a instancias donde podían tomarse las decisiones.

Así, se  comprende mejor que ya desde 2009 existía una justificada demanda de ampliación de la vialidad Siglo XXI; demanda que progresivamente se convertiría en un reclamo y en una lícita y obstinada lucha; una batalla en la que los transportistas locales de carga federal, respaldados por transportistas de la región y organismos empresariales son los únicos que parecen dar la cara, mientras que actores portuarios de Lázaro Cárdenas, que son de los principales interesados en una eficiente conexión terrestre y ferroviaria del Puerto de Lázaro Cárdenas, no dan muestra de sumarse para conformar una potente y convincente voz a favor de la causa.

Ahora que el Puerto de Manzanillo tendrá una opción adicional para el movimiento de carga por carretera, quizá los actores portuarios de Lázaro Cárdenas se decidan a considerar que sí conviene abogar por la más inmediata ampliación de la autopista Siglo XXI, particularmente en el tramo Lázaro Cárdenas-Uruapan, y no solo por intereses comerciales y desarrollo económico, que son la  justificación más sólida, sino también por la seguridad de los usuarios de la vialidad, porque ésta ya empieza a cobrar una preocupante cuota en accidentes y vidas humanas y a propiciar, por otro lado, una eventual pérdida de competitividad en la logística de las cargas. 

El consuelo hasta ahora, si vale el término, es que el Gobierno de Michoacán sí está  comprometido con la búsqueda de la solución a un problema que se agranda a cada paso por sus grandes implicaciones económicas con el Puerto de Lázaro Cárdenas y el desarrollo de la zona, pero en tanto la cuestión se encuentren dentro del terreno de las responsabilidades federales, el gobierno estatal no podrá ir más allá de  cierto límite, aunque anima pensar que algo tiene que ver que haya incluido el tema en el recientemente anunciado Plan Integral de Desarrollo estatal. 

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